GIRASOL POÉTICO.
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Había algo primaveral y eterno
en la dulce mirada de tus ojos celestes
y en el navío errante donde viven los sueños
tú eras la rosa sagrada de los vientos.
Yo nunca te olvide… ¡Jamas te olvido!
Estás en cada aliento, en mis suspiros,
en el recuerdo de horas que fueron infinitas,
¡Y tanto te agradezco por haberme querido!
Dejaste en mí un perfume de inacabables rosas
y en mi viejo cuaderno de inacabables versos,
te llevo dibujada sobre un mar de luceros,
de sueños y de aromas y raudos pensamientos.
Y en estas tardes lentas colmadas de silencio
a veces una lagrima al recordarte vierto…
Y te escribo poemas para regar la hiedra
!Que ha dejado la ausencia de tus amados besos.
Y aquellas manos blancas que fueron azucenas,
que acariciaron tiernas de mi rigor las penas…
Jamas estas ausente y aunque estemos tan lejos
¡No dejare de amarte, aunque yo me haya muerto!
Fabio A. Pabon M.
CURANDERO TANGO.
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